miércoles, 3 de junio de 2009
Sólo en Egipto...
... ver hormigas tan grandes que te hacen correr los 100 metros lisos cada vez que aparecen.
... conocer lavadoras tan viejas que pudieron haber lavado las ropas de los faraones, y que salen a pasearse por el pasillo cada vez que centrifugan.
... tomarte cuatro o cinco tés al día con más de tres cucharadas de azúcar y aún así, parecerte que no están lo suficientemente dulces -uno se acostumbra muy pronto a todo.
... disfrutar del espectáculo de los camareros esperando la propina alrededor del cliente cual jauría. Lo normal es que se abalancen sobre ella nada más se levanta uno de la mesa.
... aprender qué insallah puede significar "sí", o puede significar "no" o puede significar "tal vez", pero en todo caso, nada seguro.
... ver cómo se pasean las mujeres montadas en moto, sentadas de lado y con un bebé en brazos, además del hombre que conduce y una gran bolsa.
... comprobar que la gente más humilde es, muchas veces, la que da lo poco que tiene.
domingo, 17 de mayo de 2009
domingo, 10 de mayo de 2009
Aventuras en los taxis de El Cairo
La una de la mañana. Cojo un taxi desde el centro hasta el barrio donde vivo. El conductor me pregunta a dónde, le digo la calle y asiente, aunque tengo claro que no sabe dónde está y nos perderemos porque la orientación nunca ha sido virtud de esta reportera. Esta vez no temo por las puertas, ya que el coche está en relativo buen estado. Sin embargo, me llama la atención el taxímetro, que está encendído. Es la primera vez que veo uno funcionando en El Cairo. Va excesivamente lento, lo que me indica que no funciona bien. Pasa un buen rato y, después de dar unas vueltas, llegamos al sitio correcto, alhamdulillah. El aparato marca 2,8 libras egipcias al parar el coche, 30 céntimos o así. Se había quedado parado en esa cifra hacía más de cinco minutos. Me maravilla la voluntad del taxista de poner a cero con cada cliente un taxímetro que en primer lugar no funciona bien y en segundo lugar, nadie utiliza en Egipto, donde los pagos suelen realizarse, en general, dependiendo de la zona a donde vaya cada uno. A ojo. Los mismos egipcios bajan del taxi y con la despedída le dan al taxista lo que consideran justo.
Otras veces, el taxista no duda en pedir a la mujer extranjera relaciones. Pero esa ya es otra historia...
jueves, 7 de mayo de 2009
¡Qué vida más cerda!
Pero no hay que olvidar que nos encontramos en un país mayoritariamente musulmán. Sólo el 10% de la población es cristiano copto, y por tanto sí pueden comer carne de cerdo. Al otro 90% esta medída no le afecta. Así que han comenzado los ataques de uno y otro lado. Unos dícen que el gobierno, como siempre, trata de deshacerse de ellos. Los otros que sólo es una medída de seguridad. Los terceros afirman que, como es habitual, se ha optado por la opción más cómoda.
viernes, 17 de abril de 2009
Presentación
Egipto es mucho más que pirámides, camellos y, por supuesto, fundamentalístas. Quizá son quienes más ruido hacen, pero son los menos. Una sociedad que se adapta a los nuevos tiempos. Unos abrazan con más entusiasmo la religión, otros se abren a las modas y culturas que llegan de fuera. Egipto no es monolítico. Espero que estas páginas ayuden a que la gente entienda esta idea.
miércoles, 8 de abril de 2009
El paso del tiempo...
Pongámonos en situación: deseas apuntarte a clases en una academia y te llevan al despacho del director. Será el director quien te atienda, no su secretaria, que, de hecho, tiene poca idea de cuál es su trabajo y te mira como miran las vacas a los trenes al pasar. Pero el director tiene a otras personas de visita, tomando té y se te enciende una alarma en la cabeza. "¡Oh, no, té! Esto va para largo". Te hacen sentar en un sillón junto a los otros visitantes, que se encuentran en las sillas frente a la mesa del director. La conversación pasa de ellos a tí, de tí a ellos y otras veces, simplemente desapareces. Pasan los minutos, media hora, más... ¡Sonríe, estás en Egipto!
martes, 7 de abril de 2009
El Día de la ira
Hace un año, tres personas murieron en una manifestación en la población de Mahalla, muchos fueron heridos, otros apaleados y detenidos por la policía en una verdadera batalla campal.
Para conmemorar este aniversario del 6 de abril, que los egipcios llaman "El día de la ira" se había intentado provocar una huelga nacional por la que trataban de demandar especialmente libertad y sueldos mayores. Algo poco extraño si se tiene en cuenta que gran parte de la población cobra sueldos de alrededor de 29 dólares. Varios partidos políticos y muchos movimientos sociales habían alentado a la población a la insubordinación, a no ir al trabajo, a protestar. Para ello habían aprovechado redes sociales como Facebook, los mensajes a móviles y, sobre todo, el boca a boca. Pero las detenciones se sucedieron en las jornadas previas, y el día previsto para la huelga, las calles estaban tomadas por la policía y casi todo el mundo en su puesto de trabajo. Sin embargo, sí hubo algunos que se atrevieron a manifestarse, eso sí, rodeados de policía. Una de estas manifestaciones fue en el Sindicato de periodistas.
Las imágenes que pude tomar allí hablan por sí solas.
viernes, 3 de abril de 2009
El Cairo la nuit
Estás cenando tranquilamente en un tailandés, y tras un par de llamadas telefónicas apareces en una de las casas más elegantes de El Cairo, en una fiesta en la que ni se te ha invitado y ni siquiera conoces al dueño. Ni tú, ni nadie de los que van contigo, claro. Para mayor intriga, un hombre en la puerta apunta tu nombre y email para invitarte a otras celebraciones. Y el propietario de la casa viene, te da la bienvenida y se presenta.
Y en ese duplex gigante con vistas al Nilo y con una piscina en la terraza que parece flotar sobre el río, empiezan a aparecer personas. Tantas, que uno ya no puede casi moverse. Las 100 almas sobrepasadas con creces evolucionan entre las distintas terrazas. Y hay bebida para todos, se rompen cristales y se estropean cosas. Pero casi nadie conoce al dueño ni sabe quién es ni qué hace.
- ¿Sabes quién es el dueño de la casa? -me pregunta un chico.
- Sólo sé que es portugués. ¿Y tú cómo has llegado aquí? -respondo.
- Me han traído mis amigos, pero ellos tampoco saben quien es...
Vamos, la costumbre.
¡Ay, la vida nocturna de El Cairo!